Los alquileres suelen ser algo sumamente importante en nuestra vida, tanto en la comodidad, como en el presupuesto, te cuento mi experiencia y algunas reflexiones.

Ayudar a los demás es algo que sin duda nos ayuda a nosotros mismos tambien, pero, ¿Ayuda a nuestro bolsillo y nuestras finanzas?

¿Que fue de este 2021?, ¿Que podemos esperar para el 2022? ¿Te animás a que lo construyamos en conjunto?

La vida y el vegetarianismo

Hoy les quiero hablar un poco del vegetarianismo…

Pero no desde un punto de vista financiero, aunque seguramente toque algo del tema, y además porque para hacer ese post, me gustaría armar una comparativa real de precios y otras cosas semejantes que seguramente lo haré, pero no hoy.

Quiero hablarle del vegetarianismo como estilo de vida, y todo lo que eso conlleva, tanto bueno como malo.

Para comenzar les cuento que soy Ovo-Lacto-Vegetariano (significa que consumo leche y huevo, aunque a veces su nombre puede prestar a confusión, por eso lo aclaro) desde el 2010.

A los 15 años decidí hacerme vegetariano, luego de ver algunas publicaciones en facebook sobre el veganismo, compartidas por mi prima, empecé a investigar más al respecto, y descubrí todo lo que conllevaba y venía atrás de algo tan “simple” y tan “normal” como Comer Carne.

Así que luego de eso comencé mi vida ovo-lacto-vegetariana un 28 de Diciembre (bien justo para las fiestas y para mi cumple).

Queria sumar una foto de esa epoca para contextualizar

Fue entonces que al principio (o previo a tomar la desición) lo venía charlando con mi vieja que me dijo cosas como “Vos te haces vegetariano y fijate que comes, porque yo no voy a cocinar algo distinto” o algo semejante (después terminó siendo de las que más se preocupaba por entender que cosas comía y que no) o mi viejo diciéndome que “era una moda y ya se me iba a pasar”. Por eso es importante estar convencido de lo que uno quiere y defenderlo frente a cualquier viento en contra que puede aparecer (y que seguramente va a aparecer) y esa “moda”, en pocos años, habrá ocupado más de la mitad de mi vida 🙂

Claramente hay distintas realidades a la hora de hacerse vegetariano, el ir a una escuela técnica, estar todo el día ahí y al mediodía comer un “Sanguchito de jamón y queso” es algo que ya no podes hacer, pero en mi caso y en ese momento, no tenia drama de sacarle el jamón y dárselo a un compañero para que lo sume al suyo, o algunas veces me llevaba algo de casa o no comía directamente y me guardaba esa plata, pues #SiempreAhorrando (si, ya se que acá no tienen sentido los hashtag, pero bueno).

De hecho me acuerdo que otros 3 compañeros del curso también se hicieron vegetarianos, y con uno de ellos, mi mejor amigos, hablamos de darnos 1 vez al año un “día libre” y darnos todos los gustos que queramos. Nunca lo hicimos.

Si bien yo no era de comer carne, el asado nunca me gustó mucho, jamás comí una hamburguesa del McDonald ni me llamaba demasiado un choripán, lo que más me costó en mi caso al hacerme vegetariano, fue lo dulce.

El día que me dijeron “Mirá que la mayoría de las galletitas tienen grasa animal” fue un día quiebre, yo podía vivir sin churrasco, podía llegar a vivir sin jamón y resignar los panchos de los cumpleaños, pero con las galletitas… Ahí ya era otro tema…

Una de las opciones es que cuando tenga 122 años y esté a punto de morir, pida que me traigan una hamburguesa del McDonalds, darle un mordiscon y decir, al cabo que no era tan buena, y ahi morir (?

Así fue que recuerdo ese día ir al chino con una libreta y lapicera y empezar a anotar cuales galletitas tienen grasa y cuáles no, la DESILUSIÓN al ver que por ejemplo el surtido de Terrabusi tenía grasa, las Criollitas tenían grasa, o el alfajor Jorgito tenían grasa, fue tremenda…

Claramente los seres humanos somos animales de costumbre, y con el tiempo te vas adaptando, incluso cada tanto, alguna marca cambia su receta, o aparece una nueva marca sin grasa y hay una felicidad enorme, seguramente no entendible por alguien que no tuvo esa “desilusión” anteriormente.

En la salud fue algo que también me cambio y para bien, yo en esa época iba al colegio en bici, unas 15 cuadras aproximadamente, a las 7 de la mañana, en invierno, es un tanto duro y más para un pequeño retoño como lo era yo (? Pero el año que iba en bici siendo vegetariano, noté claramente que me costaba mucho menos (más allá de que también era más grande y había crecido) a diferencia de lo que algunos pensaban de que me “podían faltar” nutrientes y debilitarme, yo me vi mucho más fortalecido.

Recuerdo también que en muchos lados era “el raro” (y no solo porque ya era una persona particular y extrovertida) si no porque era el que “rompía los menúes” en los eventos o actividades que asistía, de hecho en una organización en la que participó hace ya unos 9 años, al principio solía ser el único vegetariano en los eventos, eso con el tiempo fue mutando y cada vez somos más y estamos en todos lados, aunque no nos reconozcas (suena re sectario eso, pero me gusta).

Otra cosa que descubrí, fue que no solo tenía un gran beneficio para mi tranquilidad y cabeza, el concordar lo que pensaba “Que me gustaban los animales y quería protegerlos” con lo que hacía “no comermelos” si no que también el vegetarianismo tiene un gran beneficio para el ambiente.

Todo lo contaminante que es la ganadería, el famoso “pedo de la vaca” y lo que genera para el ambiente, me alegra el saber que por mi parte hago todo lo que estoy dispuesto a hacer, para que afecte lo menos posible, y generar un planeta más sano (o al menos menos dañado) para las generaciones futuras.

En sí es verdad que soy “Vegetariano raro” ya que hay decenas de vegetales que no me gustan (Tomate, Durazno, Berenjena, Uvas, Cebolla, Mandarina, Morrón, Naranja, Zapallo y la lista sigue) por eso se dentro de las posibilidades y de lo que yo estoy dispuesto a resignar, doy lo más que puedo y quiero.

Digo esto porque a veces aparece la pregunta de “¿Y no te vas a hacer Vegano?” y más allá de que Vegano es un “Estilo de vida” y no solo una dieta (puede que en algún momento hable al respecto) hoy por hoy, respondo que no, claramente nada en la vida está asegurado ni grabado a fuego, pero no tengo ese objetivo actualmente en vida, se que doy mucho de mi para poder no solo estár bien en lo personal (que creo que es lo mas importante) si no ayudando al planeta y los animales.

“Pero las plantas están vivas y vos las matas” “Las vacas o gallinas también sufren en sus criaderos” “¿Pescado no comés?”
Estas frases las escuché decenas de veces en todos estos años, y si bien con respecto a las plantas, depende las ganas del día les puedo hablar de la respuesta técnica y que no tienen un sistema nervioso central que le permita sentir dolor como a los animales y cosas semejantes, o el aclarar que el Pez es un animal, suelo comentar de que la idea es causar el menor daño posible, tanto a animales como al planeta. y algunos en sus posibilidades tendrán que hacer muchas más cosas o muchas menos, pero que dependerá de cada una/o.

Por mi parte, no soy muy activista que digamos, si bien habré asistido a alguna marcha en mi vida en contra del uso de pieles o semejante, no suelo ir “evangelizando» al respecto pero quería aprovechar este espacio para contarles esta faceta de mi vida que de hecho muchos no conocen, y que me dará pie a poder hablar también del vegetarianismo y el dinero, la ecología en nuestras vidas y muchos temas relacionados.

Obvio que si tienes alguna pregunta o comentarios al respecto, podés dejarlo en los comentarios que los leo y respondo a TODOS.

Si leíste hasta acá, algo tan personal, te lo super agradezco, y sabé que te ganaste un lugar en mi corazón (si es que ya no lo tenias).

Experiencia Viajando a la Patagonia (parte 2)

En la parte 1 les conté un poco lo que fue la experiencia patagonia en los primeros días (Martes y Miercoles), paseando por El Chaltén y las enseñanzas (e inconvenientes) que tuvimos en el camino, siguiendo la línea de tiempo quiero contarte ahora, como nos fue en el siguiente destino a El Calafate.

Arrancamos saliendo a las 8am del Jueves de El Chaltén y resulta que la única estación de servicio que hay, abría a las 9 am, y teníamos que cargar ya que es la única hasta Calafate, así que a esperar mientras escuchábamos Podcast de Charlas TEDx.

Luego en el camino, disfrutamos de ver unos paisajes hermosos (que anteriormente no habíamos podido observar, ya que viajábamos de noche) e incluso en un mirador, vimos unos zorros que andaban deambulando tranquilamente.

Llegamos a Calafate, todavía doloridos por la caminata del día anterior, y como solemos hacer, encaramos a “información turística” para ver qué actividades nos recomendaba.

Resulta que Todo lo que nos recomendó, eran actividades pagas, obviamente lo relacionado al Glaciar Perito Moreno, aunque también las “Experiencias” que era ir en camionetas a diversos lugares por rutas interesantes y entretenidas a unas cavernas, ver distinta fauna, hasta para entrar a un sendero que rodeaba la costa, había que abonar.

Así que siendo algo pasado el mediodía, fuimos a las agencias de viaje a averiguar por excursiones y acá nos dimos cuentas de algo, todos Tercerizan el servicio, por lo que los precios están totalmente unificados, algo sumamente importante, vayas a donde vayas (que puedes encontrar 5/6 agencias de viaje en una misma cuadra) todas tendrán el mismo precio, por lo que ahí se tiene que destacar claramente el Servicio, de como te lo ofrecen y la atención.

Asi que fuimos a una (todavía no nos habíamos dado cuenta de esto) y nos atendió desde la puerta, sin mucho detalle, fuimos a una siguiente que tuvimos que esperar bastante (además por los protocolos covid, no suele haber mucha gente atendiendo ni que pueda ser atendida) así que nos fuimos, y llegamos a tercera, que como se suele decir, era la vencida (con la que nos quedaríamos).

Nos solo nos comentó todas las excursiones posibles, si no que nos mostraba videos de que es lo que íbamos a vivir, contándonos y relatándonos un poco de la experiencia, con una gran proactividad, de mostrarnos distintas posibilidades sin ningún compromiso.

Así fue que decidimos hacer el “minitrekking” que es la caminata encima del Glaciar Perito Moreno, que si bien es una experiencia no económica ($16000 por persona, unos 110 “dólares blue” o 165 USD oficial) aprovechamos que teníamos el beneficio del “previaje*” y lo abonamos íntegramente con eso.

La excursión igual era para el día siguiente, así que aprovechamos ese día para recorrer un poco el centro, la costanera (ya que muchas más opciones ya no había a ese horario), caminar un poco y descansar de la intensidad del día anterior.

Ya siendo Viernes, fuimos temprano al Parque Nacional los Glaciares (en el camino compramos unas empanadas de un lugar bastante económico para tener que almorzar). Llegamos al Parque luego de casi 1hs en auto, abonamos la entrada $530 cada uno (las excursiones no contemplan la entrada al parque) e hicimos las pasarelas, que son gratuitas y podés ver la imponencia del glaciar bastante cerca y el ruido que generan los desprendimientos constantes, es algo sumamente hermoso y recomendable de que vivan.

A la tarde hicimos la caminata por el Glaciar, una experiencia también única e inigualable, sumada a toda la información que te va proporcionando el guía, hace que todo sea una experiencia hermosa, e incluso al final de la caminata, te sirven un vaso de whisky con hielo del mismo glaciar que agarran delante tuyo (nosotros no tomamos alcohol, así que tomamos agua con hielo de glaciar).

Después de un día a puro glaciar, volvimos al centro, aprovechamos y comimos relativamente temprano, fuimos al hotel, exploté al máximo cada centavo y usé la pileta climatizada que había, y al día siguiente partimos a Río Gallegos.

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Mataco en el hielo
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Sábado en Río Gallegos… Una ciudad donde no explotan nada el turismo, a tal punto de que la agencia de Información turística estaba cerrada los fines de semana…

Preguntamos en el hotel que podíamos hacer y nos dice la chica de la recepción “no, acá en Río Gallegos, no hay nada” y a nosotros nos quedaba mucho tiempo hasta el Domingo a la noche, así que nuestro querido Google nos ayudó.

El sábado por la tarde disfrutamos de la Laguna azul, un lugar hermoso, hiper tranqui, muy fácil acceso y a 45’ del centro, y al día siguiente y el último en la #Patagonia fuimos para el cabo vírgenes, donde está el km 0 de la conocida ruta nacional 40, una pingüinera hermosa, bastante cuidada, con carteles explicativos (aunque no había nadie ni siquiera para cobrar entrada, que decía que te cobraban, no sabemos si porque era domingo, o por la situación pandémica).

Incluso estuvimos en el punto más austral de la Argentina continental, el que es Punta Dungeness, que el acceso a ese lugar era extraño, ni siquiera sabíamos si podiamos estar ahi, habia muchísima maquinaria y carteles de inflamables, que creo que era todo relacionado a gas, pero incluso estuvimos en el literalmente Alambrado, que separa Argentina de Chile.

A la vuelta tuvimos el segundo accidente, una camioneta pasó por nuestro costado (en el camino de ripio) y nos lanzó una piedra al parabrisa el cual lo hizo que se astille en la parte inferior y que luego se empiece a extender una rajadura.

Ya que nos manejamos con tiempo de sobra, pudimos ir al aeropuerto, devolver el auto mostrando en persona los 2 inconvenientes e hicimos todo el papeleo correspondiente para poder cobrar luego el seguro que brinda la tarjeta visa (todavía no hay nada, si logramos que lo reconozcan, veo de armar un post contándoles toda esa situación puntualmente).



Más allá de los daños al vehículo, la experiencia fue algo hermoso e inolvidable (y me encargo de que así sea, escribiendo esto).

Ojalá tengan alguna vez la oportunidad de vivir esta experiencia si es que aún no lo hicieron, y obviamente, para cualquier consejo, comentario, duda o experiencia que quieran compartir, bienvenida sea.

 

 

 

 

 

*Previaje fue un programa impulsado por el ministerio de turismo nacional, donde, durante fines del año pasado (2020) las personas que hicieran compras relacionadas al turismo nacional (alojamiento, viaje, alquiler de vehiculo, etc) se le devolvía un 50% de lo gastado, para poder utilizar en otras actividades de turismo (cultura, gastronomía, excursiones, etc.) con el objetivo de ayudar a toda la industria turística del país.

Experiencia Viajando a la patagonia (parte 1)

Este posteo es más una bitácora de viaje que otra cosa.

Quiero contarles un poco de las vivencias, como fue el viaje, distintas experiencia que tuve, tal vez, si estás pensando viajar, algo de todo esto te puede servir, y a mi me sirve de descarga, y para no llenar mi diario personal con un choclo de texto, hago uso de este posteo para eso, y de paso cuelgo algunas fotos lindas que fuimos sacando con mi pareja durante esta semana de viaje.

De entrada, llegamos al aeropuerto a 40 minutos de que salga el vuelo por un tráfico tremendo que había en la autopista (General Paz) y si bien no teniamos que despachar ni hacer el check in cuando fuimos a “dar aviso” (no se como se dice cuando vas a decir un “hola, estoy acá” nos dicen “Uy, pero es re tarde, corran a la puerta 24 a ver si llegan” y nos señala una dirección, agarramos nuestros bolsos de mano, corriendo en medio del aeropuerto “para ver si llegábamos” a tomar el vuelo, encarando a la zona donde apunto, vemos que en ningún lado vemos una puerta 24, a lo que le preguntamos a alguien de seguridad donde era, que nos ve agitados y nos dice “A que van a esa puerta” con un tono muy calmo -Nos dijeron de alla que corramos a esa puerta para ver si llegábamos al vuelo a Río Gallegos– le respondí, “y no les dijeron a donde quedaba? que mal, pasen por ahí, díganle a esa persona de seguridad que van a esa puerta y los deja pasar” -Gracias- y así fue, de alguna forma extraña, con su pasividad, nos relajó, más allá de que aún no sabíamos si llegábamos al vuelo.

Luego de pasar por el scanner (y que nos hayan retenido el off para los mosquitos, cosa que nos han dejado pasar otras veces, y de hecho nos retuvieron eso y no los desodorantes) llegamos a la zona de embarque, vimos un lugar con fila y otro sin nada de gente, y al ver los carteles nos dimos cuenta que la fila era de nuestro vuelo y que ni siquiera habían empezado a embarcar, así que llegamos más que bien.

Vista aerea de la ciudad de Rio Gallegos

Durante el vuelo, todos los pasajeros estuvimos con el tapaboca colocado, más que alguno que se lo bajaba para tomar agua y se lo volvía a subir como corresponde no sucedió.

Ya en Río Gallegos alquilamos un auto (que la garantía era de 110000$ y no teníamos ninguna tarjeta con ese límite, así que iba a tomar 70k de una y 40k de mi pareja, y al final nos dijo que solo iba a tomar mis $70.000 asi no hacía doble papeleo.

Cenamos en una pizzería en Río Gallegos (costos normales, no muy elevado) y nos fuimos para El Chaltén
En el camino vi una especie de posta policial, donde reduje la velocidad esperando a alguien que me pare, y al no ver a nadie , seguí camino, y por el espejo retrovisor, veo que apenas paso, sale un policía y me hace luces con una linterna, así que puse balizas y marcha atrás hasta llegar a su lado.

Le comenté que no había visto a nadie, por eso seguí, me consulto de muy buena forma a donde íbamos, le comento que recien habiamos llegado e ibamos a El Chalten, y nos empezó a recomendar lugares y cosas para hacer en todo Santa Cruz, muy buena onda el policía, joven y carismático.

En el camino, durante la noche, se cruzaban constantemente liebres por la ruta, cada 5 minutos una liebre se cruzaba, y pese a que íbamos a 60km a causa de eso, tenia que hacer algunas frenadas bruscas, de hecho algunas al ser tan chicas, vi camionetas pasarles por arriba, pero que luego de pasar, la liebre seguía en el medio de la ruta inmovil pero viva, así y todo, desgraciadamente en una parte de la ruta le di a una, y más allá de mi esperanza de que solo la haya golpeado y no matado (ya que tampoco tenía sangre o pelos en la parrilla del auto) quien también sufrió, además de el animal y yo fue el vehículo, ya que se quebró el paragolpe delantero.
(No se imaginan lo que dudé en escribir y contar esta parte, con el amor que le tengo a los animales, más de 10 años de vegetarianismo, y contar esto, me producía cortocircuitos, pero preferí serles sinceros y contar todo, total, yo se que lo que siento por los animales, va más allá de lo que sucedió y de que otra persona lo sepa o no).


Después de la travesía nocturna, llegamos a El Chaltén, con cansancio después de manejar toda la noche, llegamos tipo 6 y pico, y nos acostamos a dormir hasta el mediodía, donde salimos a ver qué podíamos hacer puntualmente a información turística, e hicimos parte del sendero “Laguna Torre” y vimos un poco de los hermosos paisajes del sur, para luego ir a “El chorrillo” una mini cascada muy pintoresca y tranquila.

Al día siguiente hablamos de ir al sendero Fitz Roy, el cual es de 10km (y el último kilómetro es de dificultad alta) pero no lo realizariamos todo, si no que en el km4 había un mirador, íbamos a ir hasta ahí y volver.

Resulta que en el mirador nos encontramos una pareja mayor, que nos pedimos para sacarnos fotos mutuamente, y nos preguntó si íbamos hasta la laguna de los 3 (el final del sendero) y le dijimos que no, ya que nos parecía mucha exigencia (y todavía nos faltaba varios días de vacaciones para disfrutar) y ellos nos dijeron que iban, porque se lo habian prometido a sus nietos, luego de que se fueron, nos vimos con mi pareja y comentamos mutuamente que si ellos, a su edad, tenían las energías y voluntad de hacerlo, nosotros con 26 y 32 años teníamos que poder hacerlo, así que decidimos “cancelar” los planes de la tarde e ir a la “famosa laguna de los 3”.

 

Hasta el km 9 fue todo bastante lindo, no fue muy exigente y se disfrutaron paisajes hermosos durante todo el sendero, que claramente lo valían.

El último km fue el complicado, sumamente empinado y exigente, todo en subida, constantemente, y si bien un poco lo padecí por la exigencia que tenía, quien más lo sufrió fue mi pareja, que aunque costó horrores, varias veces pensó en abandonar y volver, y requirió varias paradas, el motivar (a ella y a todos lo que veníamos subiendo) con frases, sonrisas, chistes, hacer unos mini trotes cuando las piernas no daban más, fueron cosas que hicieron que se logre esa gran hazaña.

En mi vida fui 2 veces caminando a Lujan (60km) la primera vez tarde 12hs, la segunda 15hs, así y todo, ninguna de las 2, me pareció tan exigente como este sendero.

Sin duda la vista y el poder estar en la Laguna de los 3 es una belleza impresionante, que si bien en fotos se ve espectacular, no logran reflejar lo que ven los ojos humanos, y menos un par de ojos que hizo tanto esfuerzo por llegar a ese lugar.

A la vuelta tardamos unas 5 hs o menos, y con mucha exigencia también, porque para subir, te exige el corazón y los pulmones principalmente, pero para bajar, los músculos son los que pasan factura, y el dolor de rodillas, tobillos, pie, gemelos o lugares que no sabía que podían doler, hizo que también sea todo un desafío volver.

Al llegar a la entrada del sendero, nos reencontramos con la pareja de abuelos que tambien recien volvia, que lograron llegar como le prometieron a los nietos y nos contaron que tenían 65 y 61 años y que lo que hacían, era para demostrarles a sus nietos de que no hay edad para dejar de hacer lo que a uno le gusta, de salir, de conocer nuevas cosas, vivir experiencias únicas, tener una buena salud y ser feliz, una enseñanza que no se las dejo solo a sus nietos, si no que a nosotros también.

Y por ahora lo voy a dejar acá para no hacerlo tan extenso, voy a hacer una segunda parte, donde hablaré del viaje a Calafate del día siguiente, el paso por Río Gallegos y su particular percepción del turismo, y un segundo accidente que tuvimos con el vehículo.

¿Querés saber la segunda parte? Dejame un comentario sobre qué te pareció este posteo, que es lo que más te llamó la atención, o si conoces algo del sur de Argentina y apenas esté la segunda parte, te llegará la notificación.

Gracias y te dejo la parte 2 acá