Hablamos sobre como eliminar esas cosas que nos quitan dinero de nuestro bolsillo todos los meses y muchas veces ni siquiera nos damos cuenta.
Hoy hablamos con @Michitaube que nos cuenta un poco sobre como vivir mas sustentable, si es mas caro o no vivir asi y poder ahorrarnos dinero ayudando al planeta.
En este episodio comentamos que son los esquemas piramidales, esquemas Ponzi, hablamos sobre quien fue y como evitarlos.
La vida y el vegetarianismo
Hoy les quiero hablar un poco del vegetarianismo…
Pero no desde un punto de vista financiero, aunque seguramente toque algo del tema, y además porque para hacer ese post, me gustaría armar una comparativa real de precios y otras cosas semejantes que seguramente lo haré, pero no hoy.
Quiero hablarle del vegetarianismo como estilo de vida, y todo lo que eso conlleva, tanto bueno como malo.
Para comenzar les cuento que soy Ovo-Lacto-Vegetariano (significa que consumo leche y huevo, aunque a veces su nombre puede prestar a confusión, por eso lo aclaro) desde el 2010.
A los 15 años decidí hacerme vegetariano, luego de ver algunas publicaciones en facebook sobre el veganismo, compartidas por mi prima, empecé a investigar más al respecto, y descubrí todo lo que conllevaba y venía atrás de algo tan “simple” y tan “normal” como Comer Carne.
Así que luego de eso comencé mi vida ovo-lacto-vegetariana un 28 de Diciembre (bien justo para las fiestas y para mi cumple).
Fue entonces que al principio (o previo a tomar la desición) lo venía charlando con mi vieja que me dijo cosas como “Vos te haces vegetariano y fijate que comes, porque yo no voy a cocinar algo distinto” o algo semejante (después terminó siendo de las que más se preocupaba por entender que cosas comía y que no) o mi viejo diciéndome que “era una moda y ya se me iba a pasar”. Por eso es importante estar convencido de lo que uno quiere y defenderlo frente a cualquier viento en contra que puede aparecer (y que seguramente va a aparecer) y esa “moda”, en pocos años, habrá ocupado más de la mitad de mi vida 🙂
Claramente hay distintas realidades a la hora de hacerse vegetariano, el ir a una escuela técnica, estar todo el día ahí y al mediodía comer un “Sanguchito de jamón y queso” es algo que ya no podes hacer, pero en mi caso y en ese momento, no tenia drama de sacarle el jamón y dárselo a un compañero para que lo sume al suyo, o algunas veces me llevaba algo de casa o no comía directamente y me guardaba esa plata, pues #SiempreAhorrando (si, ya se que acá no tienen sentido los hashtag, pero bueno).
De hecho me acuerdo que otros 3 compañeros del curso también se hicieron vegetarianos, y con uno de ellos, mi mejor amigos, hablamos de darnos 1 vez al año un “día libre” y darnos todos los gustos que queramos. Nunca lo hicimos.
Si bien yo no era de comer carne, el asado nunca me gustó mucho, jamás comí una hamburguesa del McDonald ni me llamaba demasiado un choripán, lo que más me costó en mi caso al hacerme vegetariano, fue lo dulce.
El día que me dijeron “Mirá que la mayoría de las galletitas tienen grasa animal” fue un día quiebre, yo podía vivir sin churrasco, podía llegar a vivir sin jamón y resignar los panchos de los cumpleaños, pero con las galletitas… Ahí ya era otro tema…
Así fue que recuerdo ese día ir al chino con una libreta y lapicera y empezar a anotar cuales galletitas tienen grasa y cuáles no, la DESILUSIÓN al ver que por ejemplo el surtido de Terrabusi tenía grasa, las Criollitas tenían grasa, o el alfajor Jorgito tenían grasa, fue tremenda…
Claramente los seres humanos somos animales de costumbre, y con el tiempo te vas adaptando, incluso cada tanto, alguna marca cambia su receta, o aparece una nueva marca sin grasa y hay una felicidad enorme, seguramente no entendible por alguien que no tuvo esa “desilusión” anteriormente.
En la salud fue algo que también me cambio y para bien, yo en esa época iba al colegio en bici, unas 15 cuadras aproximadamente, a las 7 de la mañana, en invierno, es un tanto duro y más para un pequeño retoño como lo era yo (? Pero el año que iba en bici siendo vegetariano, noté claramente que me costaba mucho menos (más allá de que también era más grande y había crecido) a diferencia de lo que algunos pensaban de que me “podían faltar” nutrientes y debilitarme, yo me vi mucho más fortalecido.
Recuerdo también que en muchos lados era “el raro” (y no solo porque ya era una persona particular y extrovertida) si no porque era el que “rompía los menúes” en los eventos o actividades que asistía, de hecho en una organización en la que participó hace ya unos 9 años, al principio solía ser el único vegetariano en los eventos, eso con el tiempo fue mutando y cada vez somos más y estamos en todos lados, aunque no nos reconozcas (suena re sectario eso, pero me gusta).
Otra cosa que descubrí, fue que no solo tenía un gran beneficio para mi tranquilidad y cabeza, el concordar lo que pensaba “Que me gustaban los animales y quería protegerlos” con lo que hacía “no comermelos” si no que también el vegetarianismo tiene un gran beneficio para el ambiente.
Todo lo contaminante que es la ganadería, el famoso “pedo de la vaca” y lo que genera para el ambiente, me alegra el saber que por mi parte hago todo lo que estoy dispuesto a hacer, para que afecte lo menos posible, y generar un planeta más sano (o al menos menos dañado) para las generaciones futuras.
En sí es verdad que soy “Vegetariano raro” ya que hay decenas de vegetales que no me gustan (Tomate, Durazno, Berenjena, Uvas, Cebolla, Mandarina, Morrón, Naranja, Zapallo y la lista sigue) por eso se dentro de las posibilidades y de lo que yo estoy dispuesto a resignar, doy lo más que puedo y quiero.
Digo esto porque a veces aparece la pregunta de “¿Y no te vas a hacer Vegano?” y más allá de que Vegano es un “Estilo de vida” y no solo una dieta (puede que en algún momento hable al respecto) hoy por hoy, respondo que no, claramente nada en la vida está asegurado ni grabado a fuego, pero no tengo ese objetivo actualmente en vida, se que doy mucho de mi para poder no solo estár bien en lo personal (que creo que es lo mas importante) si no ayudando al planeta y los animales.
“Pero las plantas están vivas y vos las matas” “Las vacas o gallinas también sufren en sus criaderos” “¿Pescado no comés?”
Estas frases las escuché decenas de veces en todos estos años, y si bien con respecto a las plantas, depende las ganas del día les puedo hablar de la respuesta técnica y que no tienen un sistema nervioso central que le permita sentir dolor como a los animales y cosas semejantes, o el aclarar que el Pez es un animal, suelo comentar de que la idea es causar el menor daño posible, tanto a animales como al planeta. y algunos en sus posibilidades tendrán que hacer muchas más cosas o muchas menos, pero que dependerá de cada una/o.
Por mi parte, no soy muy activista que digamos, si bien habré asistido a alguna marcha en mi vida en contra del uso de pieles o semejante, no suelo ir “evangelizando» al respecto pero quería aprovechar este espacio para contarles esta faceta de mi vida que de hecho muchos no conocen, y que me dará pie a poder hablar también del vegetarianismo y el dinero, la ecología en nuestras vidas y muchos temas relacionados.
Obvio que si tienes alguna pregunta o comentarios al respecto, podés dejarlo en los comentarios que los leo y respondo a TODOS.
Si leíste hasta acá, algo tan personal, te lo super agradezco, y sabé que te ganaste un lugar en mi corazón (si es que ya no lo tenias).